Diente de león

Taraxacum officinalis – Diente de león, la achicoria amarga, meacamas. Asteraceae, antiguamenteCompositae – Asteráceas antiguamente Compuestas

La materia prima es la raíz de Diente de león (Taraxaci radix), la raíz de Diente de león con hierba (Taraxaci radix cum herba) y la hoja de Diente de león (Taraxaci folium). La raíz se recolecta a finales de otoño y, una vez que ha sido limpiada, se seca en condiciones naturales (a la sombra y mediante una corriente de aire) o en secaderos a una temperatura de 30 °C. Las hojas y la hierba con raíces se recogen antes del periodo de floración. Luego de haber limpiado las raíces, se secan cortadas o enteras en las mismas condiciones.

Apariencia y origen del Diente de león:

La planta crece en zonas de clima templado en Europa, Asia y América del Norte. En Polonia se la considera una mala hierba. Crece en céspedes, prados, barbechos y al borde de los caminos. La planta contiene savia blanca. La raíz es gruesa, larga y poco ramificada. Los tallos florales tienen 50 cm de alto, son rectos y no tienen hojas. Las hojas basales en roseta son lanceoladas, de márgenes dentados y alcanzan un tamaño de 15 cm. Las flores son de color amarillo, dispuestas en capítulos, con largas lígulas. La floración es de abril a septiembre. Es una planta apícola.

Efecto y uso del Diente de león:

La raíz contiene compuestos amargos terpénicos (taraxacina y taraxacerina), triterpenos (beta-amirina, taraxasterol y taraxacosido), inulina, fitosteroles y sales de potasio. El jugo lechoso de la raíz fresca contiene politerpenos, resina, así como algunos compuestos amargos poco conocidos.

Las hojas de diente de león , a parte de los triterpenos, contienen flavonoides, derivados de apigenina y luteolina, ácidos fenólicos (ácido cafico), carotenoides, compuestos de potasio, magnesio y silicio. Las hojas jóvenes contienen vitamina C y vitaminas del grupo B. La raíz de diente de león y sus productos tienen un efecto colagogo y un efecto positivo en el hígado (incluso contra la cirrosis hepática), en el intestino delgado y en el colon. Eliminan el exceso de colesterol y de triglicéridos. Previenen la formación de cálculos biliares. Además, eliminan el exceso de agua del organismo y la sensación de hinchazón. Limpian la sangre de concreciones y residuos en caso de intoxicaciones. Estimulan la eliminación de toxinas que se generan durante los procesos metabólicos (por ejemplo, durante la pérdida de peso).

El diente de león mejora la digestión y reduce la absorción de grasas por el organismo. Asimila la grasa de los alimentos y facilita su digestión. Las infusiones de la raíz y de las hojas de diente de león tienen un efecto diurético y estimulan el apetito. Ayudan a limpiar el cuerpo de toxinas y de compuestos de nitrógeno. Debido al alto contenido de inulina, tanto las raíces como las hojas de diente de león pueden ser utilizadas en mezclas para diabéticos, puesto que reducen el nivel de glucosa en la sangre, especialmente en la etapa inicial de la diabetes.

El diente de león contiene hierbas que producen un efecto diurético, antidiabético y laxante. Mejoran el metabolismo y se utilizan contra la congestión de las vías superiores altas. La flor de diente de león, en forma de infusión o jarabe, puede ser utilizada contra las congestiones crónicas de las vías respiratorias altas. El jugo fresco de la raíz se utiliza contra la indigestión, la insuficiencia del hígado y de la vejiga. También ayuda contra la insuficiencia renal.

Los polisacáridos aislados de las flores de diente de león tienen un efecto inmunomodulador. El jugo lechoso de la hierba fresca inhibe el crecimiento de verrugas y lunares. Las hojas jóvenes son frecuentemente utilizadas en dietas de primavera.
El diente de león tiene un efecto tonificante en la piel y actúa contra la dermatosis del hígado (manchas oscuras en la cara y en las manos), contra las enfermedades de la piel (herpes, psoriasis, caspa, eccema, acné, forúnculos, micosis), las hemorroides, así como contra la periodontitis, el reumatismo y la gota. También se utiliza contra las enfermedades del sistema hematopoyético.

En la primavera, las hojas y las raíces de diente de león producen una sustancia que se utiliza para tratar la hipertensión arterial alta y la insuficiencia cardíaca.

El conocido periódico „Planta Médica” ha publicado los resultados de unos estudios realizados en 1974 que confirman los efectos diuréticos positivos del diente de león. Investigaciones alemanas realizadas en 1959 confirmaron el efecto purificador en los tejidos del hígado y el efecto colagogo.

¿En qué ayuda el diente de león?

Colagogos

Sistema digestivo

Contra los trastornos gastrointestinales, con el fin de aumentar la producción y la secreción de la bilis, se utilizan productos con efecto colagogo.

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Reducción de colesterol en sangre

Sistema circulatorio

Contra el exceso de colesterol se utilizan productos que disminuyen la presión arterial, el depósito de colesterol en los vasos sanguíneos y su concentración en el suero. Estos productos aumentan la actividad fibrinolítica y tienen efecto antiplaquetario.

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Trastornos del proceso de digestión

Sistema digestivo

Contra los trastornos de la digestión se utilizan productos que estimulan la digestión y la secreción de los jugos digestivos, así como productos que tienen un efecto colagogo, carminativo y relajante.

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Estreñimiento, vaciado intestinal

Sistema digestivo

Contra el estreñimiento se utilizan productos que estimulan el peristaltismo del intestino grueso y que aceleran el desplazamiento de la onda peristáltica y estimulan la secreción intestinal.

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Productos hechos con diente de león

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