Sobre el sistema circulatorio
El corazón es el órgano principal del aparato circulatorio. En los seres humanos, se trata de conjunto de músculos que se encuentra en la cavidad torácica, y que funciona contrayéndose y expandiéndose para bombear la sangre por todo el cuerpo. El corazón se compone de una serie de músculos y membranas que se conocen por el nombre de endocardio, miocardio y pericardio.
Los tres tipos de músculos cardíacos son principalmente los músculos auriculares, los músculos ventriculares y las fibras musculares y conductoras especializadas. Estos músculos son los encargados de contraer el corazón –movimiento conocido como sístole, que consiste expulsar la sangre hacia los tejidos- y relajar el corazón – la diástole, que permite al corazón recibir la sangre procedente de los tejidos.
Para llevar a cabo todo el movimiento circulatorio de la sangre, el corazón dispone de diversas válvulas, que separan unas cavidades de otras en el órgano y evita que exista reflujo retrógrado. Así mismo, también cuenta con los ventrículos y las arterias de salida, que son los encargados de llevar la sangre del corazón al resto del cuerpo y devolverla al corazón.
El sistema de conducción eléctrica del corazón
Es evidente que, al contrario que la mayoría de músculos del cuerpo, el bombeo del corazón funciona como un reflejo involuntario. Y siendo así… ¿De dónde viene esta estimulación? ¿Quién le da la orden al corazón para que no pare de latir? Tras muchas investigaciones, los médicos descubrieron que en realidad el corazón recibe estas órdenes del nodo sinoauricular (SA), que se encarga de enviar un impulso eléctrico a través del nódulo auriculoventricular (AV), y que de esta forma estimula al miocardio para que se contraiga.
El aparato circulatorio, un motor complejo
Si bien otros aparatos o sistemas del cuerpo humano tienen un funcionamiento relativamente sencillo y mecánico, el corazón y todos los órganos, músculos, válvulas y tejidos que participan en la circulación de la sangre, cumplen cada uno una pequeña parte de un proceso globalmente muy complejo. Por ese motivo, hay una gran variedad de dolencias relacionadas con el sistema circulatorio y los tratamientos deberán adaptarse a cada caso en particular, teniendo en cuenta los factores específicos y síntomas que presente cada paciente.
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Las enfermedades del corazón
El aparato circulatorio es un sistema muy complejo, y muchos órganos y tejidos en todo el cuerpo participan de su funcionamiento habitual. Por ese motivo, hay un gran abanico de enfermedades cardíacas, que suelen clasificarse en base a la zona donde se padece la enfermedad. De esta manera, podemos distinguir dentro de las dolencias del corazón:
- Enfermedades cardíacas congénitas: Comunicación interauricular e interventricular, tetralogía de Fallot, transposición de los grandes vasos
- Cardiopatía isquémica: Angina de pecho, angina de Prinzmetal, infarto de miocardio y síndrome de Dressler
- Enfermedades del endocardio: Endocarditis, insuficiencia aórtica, estenosis aórtica, estenosis tricuspídea y pulmonar
- Enfermedades del miocardio: miocardía, displastia arritmogénica
- Enfermedades del pericardio: pericarditis, derrame pericárdico, taponamiento cardiaco
- Afecciónes del sistema de conducción eléctrica: Síndrome del nodo enfermo, bloqueo auriculoventricular, de rama derecha y rama izquierda, síndrom de Wolff-Parkinson-White, extrasístole supraventricular, taquicardia paroxística y supraventricular, fibrilación auricular y ventricular.